Normalmente
todos andamos estresados con mil cosas que hacer: trabajo, familia, exámenes,
hijos, ocio personal y actividades que hacen que andemos con todo nuestro
tiempo ocupado. Tanta actividad en ocasiones hace que estemos más descaídos y con percepción de falta de energía.
El estrés provoca que se reduzca nuestra
capacidad de concentración, tengamos más dificultad para aprender en ocasiones
y estemos más nerviosos importunando nuestra actividad cotidiana.
Por este
motivo es importante:
1. Hacer ejercicio físico, para mejorar el rendimiento cognitivo.
El ejercicio aeróbico breve (12 minutos) incrementa nuestra capacidad de
atención selectiva, además de reducir la ansiedad y elevar nuestro estado de
ánimo por la segregación de endorfinas, haciendo que nos sintamos más relajados
y felices.
2. Es importante organizar y
planificar tu jornada diaria, poniendo también los descansos que tomarás, los horarios de
comidas, de trabajo, de ocio. Es imprescindible que te dediques al día un
ratito para ti para hacer lo que te apetezca. El espacio personal te ayudará a
reducir el estrés y a gestionar mejor tu tiempo para trabajo y ocio.
3. Entrena tus capacidades cognitivas. El hacer sudokus, crucigramas, leer
o hacer alguna actividad mental te ayudará a tener más agilidad mental y a
concentrarte antes.
- Cuando
estudies o trabajes utiliza reglas nemotécnicas para recordar te ayudará a
tener más capacidad, a concentrarte antes y a tener un aprendizaje duradero.
- Si no te
concentras prueba con escuchar música clásica bajita hay personas que les
estimula la parte temporal y les ayuda a concentrarse antes, relacionando lo
que estudian.
4. El cambiar de actividad por unos
minutos o descansar te hace que retomes con más fuerza la
actividad y te concentres antes.